This project is presented in collaboration with the Santa Rosa Symphony
Santa Rosa Symphony
Visions of Hope
June 11, 12 & 13, 2022
Enrico Chapela Barba’s brand new commissioned work melds the exuberant vitality of the Golden Age of Mexican Mariachi music with the polished precision of a classical symphony orchestra. Written in memory of the innovative Bracero Immigration Program from 1942-1964, this world premiere is an exhilarating union of two vibrant musical traditions as a celebration of our shared humanity. Ottorino Respighi’s glittering tone poems, The Pines of Rome and The Fountains of Rome, cap our season finale with a cascade of sensual splendor in vignettes of the Eternal City.
In 1942, President Roosevelt announced the creation of what would become the largest Mexican guest-worker program in U.S. history. Facing labor shortages on the home front during World War II, the United States initiated a series of agreements with Mexico to recruit Mexican men to work on American farms and railroads. The Emergency Farm Labor Program, more familiarly known as the Bracero Program, enabled approximately 2 million Mexicans to enter the United States and work on short-term labor contracts.
The story of the bracero is rooted in hope and determination. It is a testament to the enduring contributions that Mexicans and Mexican Americans have made to American life.
Braceros in Sonoma County
During WWII, Sonoma County faced a desperate labor shortage, with soldiers shipped overseas and Japanese-Americans, who provided a significant portion of agricultural contract labor, interned in camps. Without a new labor supply, large portions of the county’s crops would be left to rot in the fields.
Talmadge “Babe” Wood was likely the first Sonoma County rancher to bring in Braceros-125 men contracted to pick hops, pears, prunes, and apples along the Wood family’s River Road ranch. Following the mandates of the program, Wood set up a “campground” along Mark West Creek with tents, cots, a community kitchen, a cook, a dedicated well, and a swimming hole in the creek. While most of those first workers would leave after their contract expired, Wood kept on fifteen of the men for year-round work.
The Braceros were legal, as part of an agreement between the U.S and Mexico. Laborers included in the Bracero Program came to the United States under temporary contracts, which were usually for the duration of one picking season, while growers sometimes extended individual agreements for an entire year.
En 1942, el presidente Roosevelt anunció la creación de lo que llegaría a ser el programa más grande de trabajadores mexicanos migrantes en la historia de los Estados Unidos. Al encarar una falta de mano de obra en el ámbito interno durante la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos iniciaron una serie de acuerdos con México para reclutar mexicanos para trabajar en el campo y las vías de ferroviarias de Estados Unidos. El Programa de Urgencia de Trabajo Agrícola, mejor conocido como el Programa Bracero, permitió que aproximadamente 2 millones de mexicanos entraran a los Estados Unidos a trabajar con contratos de trabajo de estadía corta.
La historia del bracero esta enraizada en la esperanza y determinación. Es un testamento a las contribuciones imperecederas que los mexicanos y méxico-americanos han hecho a la vida americana.
Braceros en el Condado de Sonoma
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Condado de Sonoma se enfrentó a una escasez desesperante de fuerza de trabajo, los soldados estaban en el extranjero y los japoneses-americanos, quienes proporcionaban una parte importante del trabajo contractual agrícola, fueron puestos en campos de concentración. Sin nuevas fuentes de mano de obra, grandes porciones de los campos de cultivo estaban condenados a pudrirse.
Talmadge “Babe” Wood fue probablemente el primer ranchero en el condado de Sonoma que trajo Braceros-125 hombres contratados para pizcar lúpulo, peras, ciruelas pasa, y manzanas en el rancho de la familia Wood en River Road. Siguiendo los mandatos del programa, Wood estableció un “campamento” en Mark West Creek con casas de campaña, catres, una cocina comunal, un cocinero, un pozo de agua, y una poza para nadar en el arroyo. Aunque la mayoría de estos trabajadores partieron al expirar su contrato, Wood mantuvo a quince de estos hombres para trabajar durante todo el año.
Los Braceros tenían estadía legal, como parte de un acuerdo entre los Estados Unidos y México. Los trabajadores incluidos en el Programa Bracero vinieron a los Estados Unidos con contratos temporales, que generalmente duraban lo que dura una temporada de pizca; sin embargo, los productores algunas veces extendían acuerdos individuales para el año entero.
In the 1950s, there were repeated round-ups and deportations of Latino laborers within Sonoma County and northern California. While focused on those without legal worker contracts, the sweeps were often heavy-handed and sometimes resulted in the deportation of American citizens. The Bracero Program caused strong feelings on many levels– anger over the sudden raids and round-ups, frustration over strict rules, concern over treatment of migrant laborers who had almost no protection or recourse, and fear among some that Mexican workers were displacing Americans from jobs. Meanwhile, U.S. farmers and business people continued to hire immigrants without legal contracts in an effort to keep labor costs low, sending mixed messages. The Bracero Program ended in 1964 amidst heated debate over its impact on farm worker unionizing efforts and future sources of labor for the county’s agricultural industry.
En los 1950s, hubo repetidas redadas y deportaciones de trabajadores latinos en el condado de Sonoma y el norte de California. Aunque las redadas se enfocaron en aquellos sin un contrato laboral legal, fueron tan duras y torpes que algunas veces dieron como resultado la deportación de ciudadanos americanos. El programa Bracero desató sentimientos intensos a muchos niveles– enojo por las repentinas redadas, frustración por las estrictas reglas, preocupación por el trato a los trabajadores migrantes que casi no tenían protección o recursos, y el temor de algunos de que los trabajadores mexicanos estuvieran arrebatando trabajos a los americanos. Mientras tanto los granjeros estadounidenses y la gente de negocios continuaron contratando inmigrantes sin contratos legales en un esfuerzo por mantener un costo bajo de mano de obra, mandando así un mensaje confuso. El programa Bracero terminó en 1964 en medio de un debate agitado sobre su impacto en los esfuerzos de sindicalización del trabajador agrícola y fuentes futuras de mano de obra para la industria agrícola del condado.
The Bracero Program left a lasting imprint on Sonoma County as an estimated 5,000 former braceros took up long-term residence in the county. Still with little support, the former Bracero laborers, many now with families, faced significant challenges. Community organizing helped the former Braceros gain a sense of shared identity- one that was well earned after years of toil and hardship in the fields.
Much of the early organization in the community took place through the Catholic Churches. Local priest Jerry Cox, a monsignor with the Santa Rosa Diocese, led early efforts. George Ortiz, a trained social worker who had moved to Sonoma County in 1964 from East Los Angeles, connected with Reverend Cox to rally the Latino community. Ortiz and Cox worked together to establish Latinos Unidos del Condado de Sonoma in 1966.
Meanwhile, a nascent Chicano movement caused reverberations throughout the state and beyond. George Ortiz traveled to Los Angeles where he met Cesar E. Chavez, then a young community organizer. Inspired, Ortiz increased his activities in Sonoma County. In 1967, he established the California Human Development Corporation, serving the local needs of immigrants and agricultural laborers. In 1968, he became the president of the Mexican American Political Association and led a local boycott of table grapes in support of vineyard workers. Soon a committed corps of activist-minded Latinos were working hard on behalf of migrant farm workers, students, and families.
The several thousand Braceros that took up permanent residence in Sonoma County were part of the foundation of Sonoma County’s contemporary Latino population. Latinos living in Sonoma County now number over 130,000, and while challenges to full inclusion remain, they are making their presence felt as leaders in the community. More than a generation removed from the Emergency Farm Labor Program, today’s Sonoma County community has a significant part of its legacy rooted in the endurance and determination of the Braceros.
El Programa Bracero dejo una huella permanente en el condado de Sonoma pues se estima que unos 5,000 ex-braceros establecieron una residencia de largo plazo en el condado. Aunque con poco apoyo, los trabajadores ex-braceros, muchos ahora con nuevas familias, enfrentaron retos significativos. La organización comunitaria ayudo a los ex-braceros a obtener un sentido de identidad- una que fue bien ganada después de años de trabajos y fatigas en los campos.
Gran parte de la organización inicial en la comunidad se hizo a través de las iglesias católicas. El párroco local Jerry Cox, monseñor de la diócesis de Santa Rosa, lideró los primeros esfuerzos. George Ortiz, un trabajador social capacitado quien se había mudado al condado de Sonoma en 1964 del Este de Los Ángeles, se conectó con el reverendo Cox para movilizar a la comunidad latina. Ortiz y Cox trabajaron juntos para establecer a Latinos Unidos del Condado de Sonoma en 1966.
Mientras tanto, un naciente movimiento Chicano repercutió a través del estado y más allá. George Ortiz viajó a Los Ángeles donde conoció a Cesar E. Chávez, entonces un joven organizador comunitario. Inspirado, Ortiz incrementó sus actividades en el condado de Sonoma. En 1967, estableció la Corporación de Desarrollo Humano de California, para atender las necesidades locales de los inmigrantes y trabajadores agrícolas. En 1968, llegó a ser el presidente de Asociación Política de México-Americanos y lideró un boicot local a las uvas de mesa en apoyo a los trabajadores de los viñedos. Pronto, un grupo comprometido de latinos con mentalidad activista, se encontró trabajando duramente en favor de los trabajadores agrícolas migrantes, estudiantes y familias.
Los varios miles de Braceros que establecieron residencia permanente en el condado de Sonoma fueron parte de los cimientos de la población latina contemporánea del condado de Sonoma. El número de latinos que ahora viven en el condado de Sonoma supera los 130,000, y mientras que los retos para su inclusión permanecen, siguen haciendo sentir su presencia como líderes en la comunidad. A más de una generación de distancia del Programa de Urgencia de Trabajo Agrícola, hoy la comunidad del condado de Sonoma tiene una parte significativa de su legado enraizada en la entereza y determinación de los Braceros.
Museum of Sonoma County
475 Seventh Street
Santa Rosa, CA 95401
(707) 579-1500
The mission of the Museum of Sonoma County is to engage and inspire our diverse community with art and history exhibitions, collections, and public programs that are inclusive, educational, and relevant.
© Museum of Sonoma County | 425 Seventh Street, Santa Rosa, CA 95401 | (707) 579-1500